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Igualdad de acceso a la Ciberseguridad, la clave para un futuro más seguro
Un ataque cibernético que interrumpa una red eléctrica puede provocar apagones generalizados, lo que afectaría a hospitales, sistemas de transporte y a la economía en general.
En la era digital, asegurar las infraestructuras críticas se ha convertido en una necesidad social de máxima importancia, más allá de ser solo una preocupación tecnológica. Los ciberataques a redes eléctricas, sistemas de transporte y servicios de salud, entre otros, ya no son meras teorías de conspiración, sino amenazas concretas que pueden acarrear consecuencias devastadoras para millones de individuos. Las intrusiones cibernéticas en estos sectores sensibles pueden paralizar economías y, en algunos casos, incluso poner en peligro vidas, afectando especialmente a los grupos más vulnerables.
Por su naturaleza, las infraestructuras críticas son blanco atractivo para los ciberdelincuentes. La digitalización y la interconexión de sistemas han traído numerosos beneficios, pero también han abierto nuevos puntos de vulnerabilidad.
Un apagón causado por un ataque cibernético puede afectar gravemente a hospitales, sistemas de transporte y a la economía en general. Un ciberataque contra el sector salud podría resultar en la filtración de datos confidenciales, poniendo en riesgo la privacidad y seguridad de millones de pacientes, e incluso interrumpir servicios esenciales.
Un enfoque global y proactivo
La protección de estos servicios esenciales requiere un enfoque integral y proactivo. No es suficiente con implementar medidas de seguridad elementales; es vital anticiparse a las amenazas y mitigar los riesgos antes de que se conviertan en problemas reales.
Aquí es donde entran las estrategias avanzadas de ciberseguridad, diseñadas para resguardar entornos complejos y profundamente interconectados, como los sistemas de tecnología operativa (OT) y la tecnología de la información (IT). Una estrategia efectiva debe incluir la identificación continua de vulnerabilidades, la reducción de la superficie de exposición y la capacidad de detectar y responder a incidentes de manera ágil y eficiente.
Es crucial que las empresas, sin importar su tamaño, puedan acceder a soluciones avanzadas de ciberseguridad que se ajusten a sus necesidades particulares. Esta equidad en el acceso a la ciberseguridad es especialmente relevante en un país como España, donde la mayor parte del tejido industrial está constituido por pequeñas y medianas empresas que a menudo carecen de los recursos necesarios incluso para implementar sistemas básicos, y mucho menos los que responden al nivel de complejidad en constante cambio.
“Es fundamental que las empresas, independientemente de su tamaño, puedan acceder a soluciones avanzadas de ciberseguridad.”
Aunque hay una tendencia hacia la convergencia entre proveedores, en entornos donde se combinan arquitecturas IT y OT, esto se torna muy complejo. Además, en un entorno puramente IT, depender de un solo proveedor puede incrementar la vulnerabilidad ante posibles fallos sistémicos. Por ello, implementar soluciones que sean neutrales e independientes de la arquitectura tecnológica predominante en el mercado se vuelve una prioridad.
Estas soluciones facilitan una integración fluida con cualquier sistema o proveedor, ofreciendo una protección integral del perímetro de seguridad y reduciendo considerablemente el riesgo de fallos.
Responder a las amenazas en tiempo real
Otro aspecto crucial es la preparación para responder a amenazas en tiempo real. La rapidez y precisión en la detección y respuesta a los ciberataques son fundamentales. Las soluciones que integran inteligencia artificial y aprendizaje automático están transformando este ámbito, permitiendo diferenciar de forma precisa entre incidentes reales y falsas alarmas, maximizando así la eficiencia operativa y minimizando el impacto de las amenazas.
Finalmente, es vital contar con una infraestructura sólida que soporte estas operaciones de ciberseguridad. Disponer de centros de operaciones activos las 24 horas del día, los siete días de la semana, que puedan reaccionar de inmediato a cualquier amenaza, es esencial para asegurar la continuidad de los servicios críticos.
En resumen, la protección de las infraestructuras esenciales contra ciberataques es una tarea desafiante, pero es un deber ineludible. La adopción de estrategias avanzadas de ciberseguridad, la diversificación de proveedores y la implementación de tecnologías que permitan una detección y respuesta rápida ante amenazas son pasos esenciales para salvaguardar los servicios que sostienen a nuestra sociedad.
Carlos Fernández, VP Senior Global xMDR de Cipher, unidad de ciberseguridad del Grupo Prosegur.
Fuente: El Confidencial
Enlace: Democratizar la ciberseguridad, la clave para conseguir un futuro más seguro (elconfidencial.com)