Cifra de pago por los incendios de Los Ángeles
La principal aseguradora de California desembolsará 7.600 millones de dólares a sus clientes impactados por los incendios de Los Ángeles
State Farm General, una de las compañías de seguros más prominentes de Estados Unidos, prevé entregar aproximadamente 7.600 millones de dólares a sus asegurados perjudicados por los incendios en Los Ángeles.
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Es la primera empresa en revelar una cifra que permite evaluar la magnitud del desastre causado a principios de año por los incendios Eaton y Palisades, que cobraron 28 vidas y destruyeron 16.200 construcciones en las zonas de Pacific Palisades y Altadena. State Farm estima que sus costos totales podrían ascender a 7.900 millones de dólares, tras sumar 300 millones adicionales por los gastos administrativos relacionados con la gestión de los pagos.
Con una población de 40 millones, California representa uno de los mercados más importantes para State Farm.
La compañía gestionaba 2,8 millones de pólizas contra incendios en el estado y ofrecía cobertura a un millón de propietarios de viviendas.
Según un estudio de The San Francisco Chronicle, State Farm controlaba el 20% de las pólizas activas en las áreas devastadas por el fuego, que abarcaron unas 15.000 hectáreas distribuidas en dos regiones al este y oeste de Los Ángeles.
Más detalles
FAIR, un programa estatal que asegura al 16% de los afectados por el desastre, se posiciona como la segunda entidad con mayor presencia en las zonas siniestradas.
Este sistema ofrece cobertura básica a propietarios que han sido descartados por las grandes aseguradoras privadas. Sin embargo, sus pólizas tienen valores mucho más bajos.
El comisionado estatal indicó que FAIR enfrenta un desembolso estimado de 4.700 millones de dólares, de los cuales 1.000 millones son aportados por otras aseguradoras privadas para evitar la insolvencia del programa.
State Farm General informó esta semana que ya ha distribuido 1.750 millones de dólares para atender unas 9.500 pólizas.
La mayor parte de estos fondos proviene de su empresa matriz, State Farm Mutual Automobile, enfocada en seguros de vehículos a nivel nacional.
A inicios de febrero, la compañía reveló que, en los últimos nueve años, había pagado 1,26 dólares por cada dólar recaudado en primas, lo que equivale a pérdidas cercanas a los 5.000 millones de dólares.
En un comunicado emitido el martes, la empresa expresó su “gran inquietud” por las tensiones financieras derivadas de los recientes desastres naturales. Esto podría llevar a una rebaja en su calificación crediticia.
Actualmente, S&P Global le otorga una nota de AA, aunque con perspectiva negativa. Para contrarrestar esta situación, State Farm ha solicitado un incremento inmediato del 22% en las tarifas de las pólizas residenciales, una medida que las autoridades estatales han rechazado tras los incendios.
Además, se impuso una moratoria de un año que prohíbe a las aseguradoras cancelar servicios en las áreas afectadas.
El comisionado estatal de seguros, Ricardo Lara, reportó que, hasta el 5 de febrero, las compañías habían desembolsado 6.900 millones de dólares por reclamaciones relacionadas con los incendios.
Analistas de JPMorgan proyectan que el costo total para el sector alcanzará los 20.000 millones de dólares, situando este evento entre los cinco desastres naturales más costosos en la historia de Estados Unidos. En comparación, el incendio Camp de 2018, uno de los más devastadores de California, generó costos por 12.000 millones.
El evento exige un esfuerzo financiero considerable de las empresas que operan en California. Travelers, la novena aseguradora por número de clientes en la región, anticipa un desembolso de 1.700 millones de dólares, incluyendo su contribución a FAIR. Allstate, la séptima en el ranking, destinará unos 1.100 millones.
Hasta el año pasado, California había sido el escenario de ocho de los diez desastres naturales más costosos de Estados Unidos, según datos de la firma Aon.
A pesar de ello, el estado ha resultado un mercado desafiante para las aseguradoras, que han mantenido primas y deducibles bajos para captar más clientes, con tarifas inferiores al promedio nacional. Sin embargo, el riesgo se ha incrementado en un contexto de cambio climático.
Estas circunstancias, combinadas con las restricciones impuestas por los reguladores, han obligado a ajustes en el sector. Algunos asegurados han enfrentado aumentos de doble dígito en sus costos.
Compañías como State Farm y Allstate han reducido sus actividades y cerrado la puerta a nuevos clientes interesados en proteger sus viviendas, una tendencia que se observaba incluso antes de los incendios y que ahora se espera que se intensifique, transformando el panorama de la industria en el estado.
Fuente: El País