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Los principales riesgos globales para 2025, según el Foro Económico Mundial
El informe resalta un mundo dividido y vulnerable, donde predominan los conflictos bélicos, las tensiones económicas y los fenómenos climáticos extremos en el corto plazo.
El Global Risk Report 2025, presentado por el Foro Económico Mundial, ofrece una visión que integra tensiones geopolíticas, crisis ambientales, polarización social y rápidos avances tecnológicos.
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Estos riesgos no solo impactan a gobiernos y comunidades, sino que también representan desafíos y oportunidades estratégicas para los altos directivos de las empresas. Entre los hallazgos más destacados, se enfatiza la percepción generalizada de un futuro fragmentado, con una caída en la confianza hacia las instituciones globales para manejar estos riesgos.
La encuesta indica que un 62 % de los expertos prevé un entorno “turbulento” o “tempestuoso” en la próxima década. Además, la interrelación de riesgos, como el efecto del cambio climático en la migración y la desigualdad, subraya la necesidad de enfoques integrales.
En este marco, el informe exhorta a las empresas y líderes globales a fortalecer la cooperación multilateral, priorizar la sostenibilidad y adoptar estrategias proactivas que incluyan innovación ética y gestión de riesgos reputacionales.
Estos esfuerzos serán cruciales para mitigar las amenazas emergentes y asegurar la resiliencia en un mundo cada vez más inestable.
El informe resalta un mundo dividido y vulnerable, donde predominan los conflictos bélicos, las tensiones económicas y los fenómenos climáticos extremos en el corto plazo.
1. Conflictos bélicos entre naciones:
Por primera vez en años, los conflictos bélicos se han convertido en el riesgo global más alarmante. La guerra en Ucrania, las tensiones en Oriente Medio y el riesgo de un conflicto en Taiwán no solo generan inestabilidad política, sino que también tienen repercusiones económicas a nivel global.
En este contexto, las empresas multinacionales deben evaluar cómo las disputas geopolíticas –también identificadas como un riesgo– pueden interrumpir sus cadenas de suministro, restringir el acceso a mercados clave o provocar volatilidad en los precios de las materias primas.
Se aconseja diversificar las cadenas de suministro hacia regiones con menores riesgos geopolíticos, lo que ayudará a mitigar posibles riesgos reputacionales y a diseñar estrategias de gestión de crisis que incluyan simulaciones de escenarios de conflicto.
2. Fenómenos climáticos extremos:
El impacto del cambio climático ya no es una preocupación a largo plazo: es una realidad presente. Inundaciones, incendios forestales y huracanes afectan directamente las operaciones empresariales, provocando interrupciones significativas en sectores como la agricultura, la energía y el transporte.
Los altos directivos deben adoptar una postura proactiva que integre la sostenibilidad en la estrategia empresarial, pasando de una gestión reactiva de riesgos climáticos. Las inversiones en infraestructura resiliente y en tecnologías de bajo carbono son no solo éticas, sino también esenciales para la supervivencia empresarial.
La desinformación actúa como un catalizador que intensifica otros riesgos globales. Herramientas como la inteligencia artificial generativa (IA) facilitan la creación masiva de información falsa, lo que puede dañar la reputación corporativa y generar conflictos internos o externos. Además, la polarización social pone en peligro la estabilidad laboral y dificulta la implementación de estrategias inclusivas.
Las organizaciones deben desempeñar un papel activo en promover la cohesión social dentro y fuera de sus operaciones. A medida que avanzamos hacia 2027, los riesgos a mediano plazo presentan desafíos más complejos, donde la convergencia entre tecnología y sociedad amplifica las incertidumbres.
1. Geoeconomía y ciberespionaje:
El informe revela un aumento en las tensiones geoeconómicas debido a sanciones, barreras comerciales y concentración de recursos estratégicos. Al mismo tiempo, los ataques de ciber espionaje y las guerras tecnológicas representan amenazas para la seguridad de datos y la propiedad intelectual.
2. Desinformación persistente:
La desinformación sigue siendo uno de los riesgos más relevantes a mediano plazo, exacerbando las tensiones entre grupos sociales y dificultando la gobernanza. Las empresas deben actuar con ética y transparencia para destacarse en un entorno de creciente escepticismo.
Los riesgos a largo plazo, aunque considerados menos inmediatos, tienen implicaciones críticas para la sostenibilidad del negocio y la sociedad global.
El informe clasifica el cambio crítico en los sistemas terrestres como el principal riesgo a largo plazo. Esto incluye la pérdida de biodiversidad y la escasez de recursos naturales.
La creciente presión sobre los ecosistemas puede dar lugar a crisis económicas, migración masiva y conflictos sociales. Las sociedades con una población envejecida generarán tensiones fiscales, escasez de mano de obra y desafíos en los sistemas de pensiones.
Las empresas deben prepararse para este cambio demográfico.
Fuente: Revista E y N
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